No hay primavera que no pase por invierno,
ni destino sin ansia o desacierto,
ni nube pasajera que no frunza cenios.
No hay letra sin papel en blanco,
ni palabra sin consecuencia.
No hay música sin silencio.
Así que me callo
porque ahora es el camino para luego.
martes, 31 de julio de 2007
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