sábado, 29 de noviembre de 2008

fronteras de mí

- No soy.
- Eres.
- Es...
- Somos.
- No, ¡sois!
- Son... marcas indelebles.

jueves, 27 de noviembre de 2008

presagio

He sentido el presagio de un instante imposible,
veraz, sólido y ecléctico como un interruptor del alma,
y no llevaba a ningún sitio.

He visto una puesta de sol ponerse de largo
dieciocho primaveras, veinte, no sé cuantas,
sin vals, ni invitados, ni velas que se apagan.

Tengo el olor del gas de la tragedia metido
en las últimas neuronas del deseo,
y luego, una paz inerte de roble,
de funeraria sin esquelas.
La estantería llena de libros sin leer,
de fracasos sin compromiso,
de ser y no ser de calaveras.
Me corre por las venas aceite de veletas
fabricadas en tierras sin viento y sin destino.
Tu paso se acerca y se aleja, y no te mueves.
Los planetas están en punto muerto,
esperando a girar en la glorieta de la vida.
El piano escondido en la escalera suena
al agitar constante de los dados,
sin marcas, ni números, ni muescas que decanten
la suerte como el vino,
ni apuestas, ni billetes a destinos conocidos...
.

sábado, 15 de noviembre de 2008

stop

La palabra y la línea me esperaban,
como la vieja parábola aprendida.
La luz, prendida en la alborada,
recuerdo de tiempos peormente valorados,
tu dibujo de vaivenes, el andén vacío,
la avalancha de dioses y dudas,
el concierto ecléctico de mis carencias,
la quietud pelada del invierno...
...
vienen de nuevo de visita a recordarme
que estoy solo hoy, ahora,
en la hora del recuerdo varado
en la arena del reloj que tumbo esta noche.
Humanamente saciado de mí mismo, pero solo.

Echo tanto de menos
que la ausencia es un estado con blasones y bandera,
un ánimo en el limo del presente...
presente simple,
pasado compuesto,
futuro... condicional,
si alguna vez
salgo de esta prisión ingrávida, inconforme,
en la que todo falta porque alguien falta.

Le pongo nombres.
Hago una galería de museo con los nombres.
Visito mi arcilla, castigada
con orografías conocidas, imaginadas tantas veces,
inalcanzablemente soñadas.
Me releo.

Todo es un todo, un recuerdo,
una visita, una añoranza,
un hablar de Eva y sus manzanas todavía,
un todavía triste todavía.
Senectud temprana de cisne entre los patos.
El deseo me maltrata.
Soy dueño de un perro de nombre amargura,
de olor recalcitrante
y huesos astillados en mis huesos.
.