miércoles, 4 de febrero de 2009

extractos

"... El flamenco sonaba como una locomotora arrollando los vestigios de una civilización caduca de compradores de supermercado. La luz era aún más ténue difuminada por el humo de los porros. Había un bullicio de mercado árabe y ella inundaba la prisa y el jaleo con su sonrisa. Me regaló una cerveza y bailó en silencio a mi lado, como si un triunfo infinito estremeciera sus caderas al verme finalmente en su pequeño reino..."

"... En el sótano de Los Jacintos sucedieron muchas cosas en aquellos días. Descubrí el ritmo de la bulería, el conjunto de amigos que también añoraba desde los catorce años, la increíble emoción de conocer algún ser especial y diferente cada noche, el sonido del jazz en directo. Descubrí los múltiples caminos a través de los cuales el arte urbano trata de abrirse paso en este mundo encorsetado y programado. Y la improvisación. La vertiginosa elaboración en directo de pequeñas piezas teatrales que harían enloquecer al más insensible de los hombres. Mi también encorsetado cerebro desengrasó todo lo que había estado latente, queriendo salir durante años, pugnando contra mi limitación aprendida en los lánguidos barrios residenciales del arte y floreció..."
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1 comentario:

glopika dijo...

nostálgicos andamos?

bsins