miércoles, 17 de junio de 2009

uno dos

Uno dos
uno dos
ahí estás
ahora
en un ahora que no es
probablemente
el mágico incandescente ahora,
sino ése probable, esperado y leal ahora
que te lleva de vuelta a casa.
Ya que no escribes, ni entras, ni sales,
ni esta ráfaga pueril te toca,
ni la piel se te eriza
allí donde no hay nombres,
cuento tus pasos que se alejan,
obligo a tu lengua a agarrarse a mi garganta,
escupo al cielo para que nos caiga encima
la maldición que hace tiempo nos acecha
y es más cobarde que la próxima parada.
Uno dos
uno dos
no hay misterios,
ni sábanas recién planchadas,
sólo un sabor a ropa por el suelo
y a lágrima cortada
por el yugo de un anillo.
Sólo un sonido de pasos que se marchan
y no dicen nada
salvo el uno dos del tiempo que camina.
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre es un placer este ahora en el que te leo