mariposas, letanías, lazos

Me gustas cuando todo se calla porque te haces presente,
y reinas en el silencio, y mi voz te escucha
como una semilla ardiendo bajo una lluvia de marzo.
Mariposa de sueño, cada vez te pareces más
a la palabra melancolía,
a la premonición y al pacto,
al amanecer en trance, a la sorpresa,
al día que por fin amanece más temprano,
y un poco menos a mi alma
de segundos rancios, de muescas
significativamente talladas en mi tallo.
Me gustas cuando el silencio de todos es tu reino indiscutible,
esculpido por el cordón umbilical de la nostalgia,
y acaricias con tu voz las heridas y los párpados,
las calaveras que sueñan con su carne,
los huecos angostos del destino.
Me gusta absorber tu silueta,
y dibujar con ella
mariposas de sueños,
letanías mágicas,
lazos que no enlacen,
para atarme con notas a tus alas
y poder por fin decirte que me gustas
porque todo es silencio si te callas
y tu voz no me toca,
y me ves desde lejos sin mirarme.
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